1. En estos momentos, en cualquier lugar de España tienes derecho a ser atendido en castellano en todos los organismos oficiales, sea cual sea la administración a la que pertenezcan y la autonomía en la que te encuentres. Recuerda que de ti depende que las cosas sigan siendo de este modo.
2. La agresión que sufres no constituye un caso aislado y personal, dirigido contra ti, sino que es el reflejo del proceso cada vez más perceptible de marginación del castellano en algunas zonas de España por parte de algunos individuos que, amparados en legislaciones autonómicas al borde la ilegalidad, las utilizan para robar los derechos de expresión de los ciudadanos. Recuerda que de ti depende que las cosas sigan siendo de este modo.
3. La mayoría de los ciudadanos del lugar donde sufres la agresión no comparten que alguien en su nombre esté intentando robarte el derecho a usar la lengua que quieras. Cuando protestes, tal vez las personas que te rodean no se atrevan a expresarte su apoyo, pero ten la seguridad de que casi todas están contigo. Si callan es solo porque tienen que seguir viviendo, consumiendo, relacionándose con la administración, llevando al colegio a sus hijos y trabajando ahí. Recuerda que de ti depende que las cosas sigan siendo de este modo.
4. Es inevitable el nerviosismo y también pensar que lo mejor es ceder con tal de no enfrentarte a una situación tan desagradable. La persona que tienes delante conoce perfectamente tu estado de ánimo y lo que estás pensando y tensará la situación cuanto pueda para derrotarte. Su único objetivo es que tú aceptes que estás en su territorio, que esa ciudad, esa región, son el extranjero para ti. Recuerda en ese momento que de ti depende que las cosas sigan siendo de este modo.
5. Los extranjeros y en particular los ciudadanos de países latinoamericanos que están buscando trabajo en España deben recordar que nadie puede exigirles nunca el conocimiento obligatorio de ninguna otra lengua que no sea el castellano o español.
Protocolo de actuación ante una agresión lingüística:
* Dirígete en castellano a la persona que te agrede y en tono tranquilo y amable, sin ninguna agresividad, repítele despacio lo que ha fingido no entender. Mejor si además le sonríes.
* Si no obtienes el resultado deseado, explica a tu interlocutor con tranquilidad que el castellano es la lengua propia del país en el que ambos os encontráis y también del lugar donde tiene lugar la agresión. Recuérdale que así figura en la Constitución y en el estatuto de autonomía de la zona.
* Si tampoco así obtienes una respuesta positiva, pregunta por alguna persona responsable del lugar en que te encuentres y repite los pasos anteriores.
* Cuando tampoco presentan excusas por la agresión con este procedimiento, exige de tu interlocutor su nombre y su cargo, pide una hoja de reclamaciones y escribe claramente lo que ha sucedido. Cíñete a los hechos, no pierdas el tiempo con adjetivos y exclamaciones. Si no te quieren dar la hoja de reclamaciones, llama a la policía.
* Tal vez alguna de las personas que presencian la agresión se preste a testificar lo que ha visto. Anota sus datos. Y sobre todo agradéceselo. Para quien está todos los días ahí, las cosas son mucho más difíciles que para ti.
* En algunas autonomías existen organismos públicos que atienden las reclamaciones de los ciudadanos que se sienten agredidos cuando usan con ellos el castellano. Por desgracia, quienes hablamos esa lengua carecemos de instancias ante las que reivindicar nuestros derechos.
* Para que las cosas cambien, debes rellenar la hoja de reclamaciones y luego difundir de la mejor manera posible lo que te ha sucedido. Puedes escribir cartas a los periódicos y revistas, comentarlo con cuantas personas conozcas, advertir siempre del lugar, comercio, servicio o institución en que fuiste agredido, facilitar los datos personales del agresor, etc.
* En algunas autonomías hay plataformas ciudadanas donde personas hartas como tú de tanta estupidez se asocian para defender sus derechos. Acude con tu denuncia a ellas.
* Envía a Bye Bye Spain tu denuncia, la haremos pública y te pondremos en contacto con las asociaciones y organismos que puedan ayudarte. En este sitio mantendremos la confidencialidad de tus señas, si ese es tu deseo.
* Los trabajadores extranjeros que sufran agresiones lingüísticas por no hablar alguna de las lenguas españolas cooficiales (vasco, gallego, catalán), o que sean sometidos a presiones de cualquier tipo a cambio de vagas promesas de integración, trabajo, mejoras, etc., también pueden acudir a los sindicatos. Si ese es tu caso, ten cuidado: en algunos lugares hay sindicatos nacionalistas. Elige bien las siglas a las que acudes.
Para que las cosas cambien, debes actuar recordando que el tuyo no es un caso aislado y que es fundamental coordinar tu actuación con la de quienes se encuentran en la misma situación.
Este texto está inspirado en Reclamem els nostres drets, una explicación de la Coordinadora d’Associacions per la Llengua Catalana respecto a lo que deben hacer los catalanohablantes ante una persona que se dirija a ellos en castellano. Desde BBS agradecemos a esta entidad etnicista la idea que nos ha brindado para la redacción de esta página.
3 comentarios:
Me parece un blog estupendo y te agradezco mucho los consejos. De verdad, son de enorme utilidad para los que venimos de otras partes de España a lugares con lenguas cooficiales y nunca jamás habíamos sufrido tal tipo de agresiones. Gracias
Gran blog te felicito por enseñarnos a todos los ciudadanos que estemos en el Estado Español a saber como comportarnos contra las agresiones que se sufren en algunas zonas de España exigiendo nuestros derechos que nos brindan España aunque en algunas Autonomias quieran pribarnos de la libertad de expresion usando un lenguaje con sus intereses hacia el separatismo
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