No deja de ser significativo que por ejemplo en Quebec los angloparlantes a pesar de que no suponen más de un 8% de la población y sin embargo tienen derecho a ser educados en inglés, o en Finlandia los hablantes de sueco son un 5% y también tienen derecho a estudiar en sueco, lo mismo ocurre con los italianos de suiza o los rusos de Ucrania, sin embargo en el noreste de España, en la comunidad autónoma de Cataluña los castellanohablantes o hispanohablantes son alrededor de un 50% y carecen de este derecho. La situación es vergonzosa si se compara con países serios, pero incluso en países conocidos por su falta de democracia como Marruecos sus ciudadanos tiene más derechos lingüísticos que en Cataluña, ya que desde 2003 se iniciaron los planes de enseñanza obligatoria del tamazight en la escuela primaria en sus tres variedades marroquíes: tarifit, tamazight del Atlas y tashelhit, y el plan prevé el estudio del bereber en todos los niveles de la enseñanza y en todo el país.

La excusa que ponen los ultranacionalistas catalanistas para marginar el castellano/español es que el catalán está amenazado, lo cual es totalmente falso ya que el catalán se habla en la actualidad tanto o incluso más que hace 50 o 100 años, la única diferencia es que ahora comparte territorio con el español/castellano y esto lejos de ser un problema supone una enorme riqueza cultural para Cataluña, pero esto es precisamente esto lo que los nacionalistas no pueden tolerar, el hecho de que haya tantos catalanes que tengan el español como lengua materna descompone totalmente su caduco concepto de nación, y tienen por tanto que marginarlos, ya que perseguirlos o erradicarlos no pueden, para su desgracia y desesperación.
El nacionalismo catalanista tal y como lo plantean partidos políticos como CIU o ERC es de los pocos nacionalismos europeos (sino el único) que va en contra de la identidad real de su própio pueblo, lo cual conlleva a que nunca llegue a cuajar del todo en la sociedad catalana, como nacionalismo excluyente está condenado a ser un nacionalismo exclusivo de una parte de la población. Recuerda claramente al españolismo franquista que prescindía y marginaba a los catalanohablantes, vascohablantes, gallegohablantes etc. Su final será el mismo.